jueves, 19 de enero de 2012

ENTREVISTA A TRABAJADORA SEXUAL (PARTE III)


En esta tercera parte nuestra entrevistada cuenta pasajes de su vida familiar, su adaptación al trabajo sexual, la relación que tiene con sus hijos, además hace una radiografía de su personalidad y carácter.

Llegar a tu casa ha sido bastante complicado, me preguntaba que por la lejanía y lo desértico de la zona y todos tus problemas, si ello no constituía una especie de autodestierro, de alejarse del mundo…
Sí, aquí me alejo de todos, aquí vivo tranquila con mi hija fuera del mundo (NO MENCIONA A SU HIJO).

¿Me contabas que eran 4 hermanas, cómo te llevas con ellas?
Con la mayor un poquito de rivalidad.

¿La mayor era la que estaba en tu casa?
Sí, ella es egoísta porque ve que salgo adelante sola, sin marido, sin nada y le da mucha cólera.

¿Y cómo te llevas con las otras dos?
Bien a pesar de que no vivimos juntas.

La impresión que me daba tu hermana mayor era como que está por debajo tuyo, como que es la que cumple tus órdenes…
Si, es por lo que yo doy pues.

Tener buena economía te da poder, te sientes poderosa…
No me siento poderosa tampoco, sino independiente.

Pero sientes que la gente te respeta, te obedece por ello…
Sabes que la plata hace bailar al mono y yo trabajo, me gano la plata trabajando y si es que mando hacer algo lo tengo que hacer con plata.

La diferencia es que tú ganas bien en comparación, por ejemplo, de tu hermana. Me preguntaba si no tuvieras dinero cómo te trataría la gente…
Mal. Me ha tratado mal cuando no he tenido.

¿Cómo te ha tratado mal?
Mal, bien mal, me humillaba.

¿De qué manera te han humillado?
Botándome de la casa diciéndome ¡lárgate!, ¡busca en qué trabajar!, ¡busca qué hacer!

¿Qué te decían?
Groserías y media (RIE)

¿De qué forma?
Trataban de menospreciarme como mujer, de bajarme hasta el suelo.

¿Cómo te llevas con tus hijos?
Bien (RESPUESTA INMEDIATA)

¿Con quien te llevas mejor?
Con mi hija porque como está chiquita necesita que la cuide más, que me haga caso.

¿Con tu hijo?
No tanto porque me saca canas verdes.

¿Qué es lo peor que te ha hecho?
Lo peor que me ha hecho es que robe a otra gente.

¿Cómo te hace sentir eso?
Bien deprimida, como que trabajo tanto para darle educación, darle de todo, me sacrifico tanto para que me pague así.

¿Cómo te calificarías como madre?
No sé.

¿Del 0 al 10 qué puntaje te pondrías?
6.

¿Qué opinas de ese puntaje?
De que tampoco dejo que mis hijos me pisen el poncho, si él no quiere vivir conmigo que no viva pues.

Tu hijo también tiene un carácter fuerte, tanto como el tuyo. Parece que tu relación con él fuera una lucha de poderes…
Sí, así es.

¿Cómo será cuando el crezca?
¿Como será no?. No me intriga saberlo, dejo que el tiempo lo diga.

¿En qué te pareces a tu madre?
En que me gusta ser libre, no depender de nadie, de no necesitar de un hombre para que una salga adelante.

¿Ello lo sientes como un orgullo o como una mala jugada del destino?
Es un orgullo para mi el no depender de nadie y si es de un hombre mejor.

¿Cómo así tu mamá salió adelante?
Porque mi mamá es traficante (SE RIE)... de drogas.

Yo veo una similitud entre tu mamá y tú: ambas hacen actividades que la sociedad no acepta. ¿No temes que tu hija vaya también por ese lado?
No puede seguir la generación porque su padre es hombre de empresa y yo casualmente estoy decidiendo que mi hija se vaya con él porque con él ella va a tener mejor futuro. Y es su única hija. Va a tener un futuro incomparable porque su papá es un hombre de muy buena posición social, no necesita nada porque todo lo ha hecho.

¿Te hubiera gustado tener más hijos?
Sí, pero no puedo.

¿Cuántos hijos más te hubiese gustado tener?
Una hija más.

¿Por qué razón una hija?
Porque son más querendonas, no son ingratos como los hijos.

¿Te sientes orgullosa de tus hijos o te hubiera gustado que tengan un entorno diferente?
Mira, a mi hijo ahorita lo estoy controlando porque al ver que yo no me rebajo ni lloro, él no lo hace, está controlado. Mi hija sí se que va a tener un buen futuro con su padre. Me conformo con que me la de viernes, sábado y domingo.

¿Te has dado cuenta que como madre generalmente tienes actitudes de padre?
Soy una mujer fuerte. Tengo que dar las dos imágenes porque no tienen padre.

¿Más prima la imagen fuerte pero no de mujer maternal?
Mira ve, soy tierna cuando tengo que ser tierna, pero cuando no, no. Soy dura con la gente. Soy requete arrebatada.

¿Qué te hace perder los papeles?
Que quieran abusar de otra gente, de mi, de porque soy mujer o porque no se de construcción.

¿Cuando no te hacen caso también te arrebatas?
Sí, pero en el trabajo hago caso cuando me pagan. A todo el que le pagan tiene que adaptarse.

¿Cuando estás con un cliente sientes que ganas dinero o que le quitas dinero?
Siento que gano el dinero. No siento que se lo quito, nunca lo he sentido porque yo lo trabajo y lo trabajo bien, no como otras chicas que dicen que no es su problema hacerlo bien.

¿Me comentabas la ves pasada que con quien más conversabas era con la pared, con el espejo, qué le conversas?
Eres bonita, no tienes mala figura, por qué no tienes un hombre que te quiera, que viva contigo y me responde: “es que te gustan los guapos, y guapos también son como tú” (RIE)

¿A qué se refiere con ello?
A que también saben lo que son y también tienen su genio.

Recuerdo también que ese día me dijiste que no te gustaría tener pareja porque después te aburrirías, te engordarías, ¿no es contradictorio el desear y a la vez no querer?
No, yo no lo deseo. No trabajar, ser una señora de mi casa. No deseo retirarme todavía. Eso depende del de arriba. No tengo bastante tiempo trabajando tengo 4 años trabajando.

¿Sientes que tu trabajo te quitado parte de tu juventud?
No porque me vacila, me divierte (RIE).

¿Alguna vez te han maltratado en el trabajo?
¿Hombres?, sí. En una oportunidad vinieron unos africanos y eran bien aventajados y me hacían el amor muy bruscamente y le dije que me estaba haciendo doler. Me agarró el tipo y me metió 2 cachetadones. En otra oportunidad salí con un cliente y era masoquista y me pegó bien duro. Soy violenta me defiendo con lo que tengo.

¿Con los africanos te defendiste?
No porque estaba en mi trabajo y hay seguridad. En el hotel ahí si me defendí. Me defiendo hasta cortarlo, si se me pasa la mano quizás lo mato.

Me comentabas que tenías como 4 personalidades, ¿me puedes contar cuáles son ellas?
Es que en una me piden dominación, que domine, en otra en que sea una niña, que sea una tierna y soy una tierna, en otras soy una dama, una mujer de su casa y en otra soy una prostituta.

¿Te refieres entonces a 4 guiones que tu asumes, los asumes con facilidad?
Si con mucha facilidad.

¿Cuando terminas con el papel que personalidad asumes?
A la Bella, yo soy la Bella.

¿Con tantos cambios te ha pasado en que a veces no sabes realmente quien eres?
No. Solamente cuando tenía una pareja y como hago diferente clases de papeles, quise hacerle un papel a él y después me di cuenta que no era y reaccioné.

¿Entonces de vez en cuando te ha pasado?
Se te escapa.   
¿Cuando has tenido pareja has sido celosa?
Sí, soy requetecelosa.

¿Cómo eres celosa?
Cuando lo confirmo, si tengo sospechas voy hasta el final. En una oportunidad mi pareja, lo sospechaba, lo confirmé y lo corté toda su barriga.

¿Qué sentiste cuando te engañó?
Rabia, cólera porque yo le doy todo y el me traiciona. No me puede hacer eso, no lo soporto.

¿Por qué crees que eres tan celosa?
Porque nosotras estamos a la defensiva, todas nosotras estamos a la defensiva de que nos maltraten y siempre estamos alertas a defendernos.

¿Siempre has sido así?
No, solamente desde que trabajo. Antes de trabajar tenía pareja pero no era así tan impulsiva. Me dejaba dominar, me dejaba pegar. Como tú tratas con tanta gente en el trabajo ves tantos casos, tú estás a la defensiva.

¿Sientes que el mundo de afuera es tan peligroso como el mundo de adentro?
Sí, todo es igual porque los que van viven afuera hacen lo mismo. No me garantiza que sean buenos. Adentro se aprende mucho de la vida.

¿Si tuvieras que rescatar algo positivo de allí que me podrías decir?
Sí, quererme a mi misma.

¿Como recuerdas tu época de 13, 14 años?
Como algo que nada soy ahora. Me da en parte pena y en parte alegría. Pena porque quisiera ser la chica tierna y alegría porque se que nadie va a venir a pisotearme de nuevo.

¿Esa chica tierna se ha extraviado definitivamente, es imposible que lo vuelvas a ser?
Si lo puedo volver a ser pero si es que encontrara a un buen hombre. No lo soy ahora.

¿Has intentado quitarte la vida alguna vez?
Nunca, por qué, jamás. No lo he pensado. Antes que me coman los gusanos que me coman los humanos (RIE),

¿Alguna vez en el trabajo una de las chicas me dijo que este trabajo era una especie de suicidio lento, diario, tú piensas lo mismo?
Eso depende de cómo tú lo sepas sobrellevar. Si es que tú donde vives traes a hombres a uno, a otro, si es un suicidio lento porque las críticas, la gente. El problema es cuando en la vida normal haces lo de tu trabajo. Es mejor evitar salir, estar en tu casa para que nadie te señale. Yo no salgo, para metida en mi casa, salgo solo para trabajar.

¿Cuál es lo primer recuerdo que se te viene a la mente de tu papá?
No tengo muchos recuerdos de él.

¿El primero que se te venga?
No tengo ningún recuerdo de él.

¿No tienes ninguno o te incomoda recordarlo?
No tengo ningún recuerdo de él (ENFASIS AGRESIVO).

¿Qué es lo que se te viene a la mente?
Lo único que recuerdo es que me pagó toda la gestación de mi hijo, lo único.
Parece, como me lo dices, que no te conmovió…
No tengo recuerdos de él.

¿De tu mamá cuál es el primer recuerdo que se te viene a la mente?
De ella si tengo recuerdos. Lloró mucho cuando quedé embarazada. Me apoyó porque primero me botaron, pero después mi mamá me apoyó.

¿Ves a tu mamá?
Si nos vemos, nos tratamos como amigas.

¿A quien le confías tus cosas personales?
A nadie porque las amigas me han fallado.

¿Cómo así te han fallado?
En que si les he contado algo ellas lo han contado. Entonces para eso no tengo amigas.

¿Cómo haces cuando tienes un problema o alguna alegría para sentirte más aliviada?
Me converso sola.

¿A pesar de que no escuchas respuestas?
A pesar de que no escucho respuestas. No estoy loca (RIE). Medito sola, me respondo sola.

¿Sientes que la gente confía en ti?
Confían en mi solo en cuestiones de trabajo porque yo soy capaz, si es que hay alguna irregularidad, de llegar hasta el final. Confían en mi en eso. Que si tienen un problema con un cliente y veo que el cliente es abusivo me meto. Confianza en otra forma no.

¿No hay personas que se te acerquen y te soliciten algún consejo?
No porque no me gusta que me cuenten problemas. Les digo: “Ay mamita no te ahogues en un vaso de agua, todo tiene solución, anda trabaja gana tu plata y métete un baño”.

¿Qué canción es la que más recuerdas, la que te ha marcado?
Murió la flor. Me gusta mucho Julio Iglesias.

¿Por qué razón te gusta esa canción?
No sé. Porque yo era una hermosa flor cuando conocí al padre de mi hijo y él me marcó mi corazón.

Como que tu vida está marcada en dos: antes y después de conocerlo a él. ¿Cómo recuperar a la Elizabeth de la primera etapa?
No creas, ahora poco conocí a un chico. No en el trabajo, sino en la calle. El chico estuvo conmigo, tuve el valor de traerlo a mi casa. Ha estado conmigo 4 días. Me dijo: “ya vengo voy por mi ropa”. Voy a la casa de una amiga y lo encuentro con su mujer. Me quedé mirándolo y me reí nomás.  Me reía de pena y risa también porque dije: “volviste a caer” a pesar de ser la mujer calculadora caí otra vez. Ya había una amistad con él, ya había habido algo, yo creí que podía ser.

¿Estabas enamorada de él?
Sí, me gustaba bastante.  Gustar es un querer enamorarme. No lo estaba aún. Por eso me ha dolido menos, si hubiera estado enamorada de él lo hubiera matado.

¿A parte de pena qué más sentiste?
Desilusión de decir quise confiar en un hombre. Me decía: “que tonta que he sido”. No dije qué malos son los hombres. No lo tome como algo malo, sino como bueno porque no va a dejar a su mujer para estar conmigo.

¿Cómo te llamaba tu madre cuando eras chica?
Bella, bellita. Mi bella, tu eres mi flor bella.

¿Tu cómo la llamabas a ella?
Mamita, mi vida, mi amor.

¿Cómo así la forma en como ella te llamaba se traslada a tu trabajo?
Porque yo no me puse así en el trabajo. Los clientes fueron. Cuando yo llegué a trabajar ellos decían: “en ese cuarto hay una chica bien Bella”. Me tocaban la puerta y me decía: “Bella, apúrate, pues”. Me quedé ahí con eso de Bella. Una amiga que sabe que en mi casa me decían Bella me dijo que me quedara con ese nombre.  Es una coincidencia nomás. Me he querido cambiar pero no.

¿Cuando un cliente te dice Bella se te vienen recuerdos de tu niñez, de tu mamá?
No, solo de trabajo. Si me dicen Bellita si recuerdo a mi mamá.

¿Tu madre aún te llama así?
Ya no. Me dice Elizabeth. Ya no me llama como antes porque la desilusioné por mi embarazo y por mi trabajo sobre todo. Toda mi familia sabe que yo trabajo pero a ella yo no se lo dije, se lo dijeron otros familiares. Solo dejé que las habladurías llegaran a sus oídos. Quería que me viera con plata y ayudarla.

¿Qué te dijo cuando se enteró?
Que si no tenía vergüenza, que si había perdido la vergüenza. Le dije que no se si nunca la he tenido. Lo que se, es que no me da vergüenza porque trabajo.

¿Cuando ella te reprochaba tu que actitud tomabas?
Risa. Ay, amá le decía, usted también se pasa. Fue la única que me dijo algo, que me reprochó de la familia.

Recuerdas el mayor gesto de afecto que alguien te haya podido expresar?
Humm…(SILENCIO). Que me regalaron un carro un enamorado que tuve del trabajo. Yo no estaba enamorada de él.

¿Eso para ti era una gran muestra de afecto?
Sii (RIE). Me gusto por lo magnificable del valor y por el afecto también, el gesto. Me gustó más por el valor. No hubiera sido igual si solo me regala un reloj o flores.

¿En qué piensas cuando estás trabajando, cuando estás con un cliente teniendo relaciones?
Me traslado a otro lado.

¿Generalmente a donde te vas?
Hasta con mi hija.

¿Cuando estás con cliente está pensando en tu hija?
Sí, me traslado, me voy, pienso en que no me gustaría que a ella le pase lo mismo. Siempre es mi hija la que aparece.

¿Para qué lo haces, para qué te trasladas?
Porque también me da un poco de asco que me toquen.

¿Pero si ello es tu trabajo?
Si pero de todas maneras. Es un trabajo pero te tocan partes íntimas tuyas.

¿Algunas veces no te trasladas y te concentras en el cliente?
No.

¿Así sea un cliente de muchos años, uno de tus “amigos”?
Cuando lo saben hacer me siento bien, que sepan hacer bien el amor, que sepan moverse, que sepan hacer de todo.

¿Eso qué incluye?
Que no me maltraten, que te hagan sentir bien, que busquen la complación (sic) de él, la complación (sic) tuya, que haiga (sic) algo comunicativo.

¿Te gusta que te digan cosas bonitas?
No, lo veo como tonto. Lo veo que es por mi físico. Yo creo que si me dicen que lindos tus ojos es para que yo esté más rato con él (RIE). Sería distinto si me lo dicen en la calle. Una vez me han dicho y que es lo más lindo que me han dicho: “eres bien bonita, eres una muñeca” (RIE).

¿Te sientes así?
No me creo muy guapa ni simpática, sino una mujer agradable para la vista de un hombre porque todos los hombres no tienen los mismos gustos.

¿Generalmente alaban tu físico, alguna vez te han dicho cosas bonitas de cómo eres como persona?
Si, si me han dicho. Me han dicho que hablo bien bonito. De que digo la sinceridad, de que no los esquivo. Cuando no saben hacer el amor yo se los digo. Yo no le digo que lo ha hecho rico. Le digo te falta, aprende, tienes que moverte bien.

¿Ellos como lo toman?
Se ríen y me dicen que bien hablo. Nos volvemos amigos, les enseño.

¿Qué es lo que más asco te da, que te toquen qué parte de tu cuerpo?
Que me quieran agarrar mis nalgas.

¿Por qué razón?
Lo siento muy íntimo, muy mío, muy femenino.

¿Qué parte de tu cuerpo te gusta más?
Mis caderas.

¿Y que parte de tu cuerpo te gusta menos?
Mis pies.

¿Qué necesitas para ser más feliz?
(PIENSA). Llegar a todas mis metas y ver a mis hijos realizados. A que mi hija sea una profesional. A que mi hijo se componga su vida.

La vez anterior que conversamos te solicité que pidieras 3 deseos. Pediste 2 y me dijiste que no ibas a pedir ningún deseo para ti directamente. Ahora te pido que lo hagas?
Que mi belleza nunca se acabe (RIE).

¿Por qué crees que te resulta tan difícil pedir para ti?
Porque no le pido mucho al señor para mi. Porque ya mi vida es así, ya he escogido mi vida así y yo no soy una mujer fingida; si lo soy, lo soy y si no lo soy, no lo soy, pues. Demuestro lo que soy. Por eso no pido nada para mi.

¿A lo mejor pienso que no te lo mereces?
Humm. No sé. No te podría dar explicaciones en eso. No lo tengo claro. Nunca he pensado en eso. Me genera sufrimiento.
Me comentabas la otra vez que el espejo no te aliviaba del todo y que necesitabas a un amigo al quien contarle tus cosas, ¿qué cosas le contarías?
Lo que me ha pasado en la noche, con quien he peleado con quien no, qué voy hacer. Y para que el me cuente sus cosas. Las amigas no me gustan que me cuenten sus cosas porque crean chismes. El amigo es diferente.

¿Qué es lo más raro que te han pedido en el trabajo?
Ponerle un consolador al hombre cuando me lo pidió.

¿Qué otra osa has hecho?
Amarrarlo al hombre a la cama y hacerle dominaciones. “yo soy tu patrona, yo soy tu dueña, hazme caso”. Eso es seguido, 4 de 10.

¿La primera vez que introdujiste un consolador a un hombre, te resultó fácil?
Sí, fue fácil. Me gusta la plata, pienso en ella y ya todo es fácil.

¿Relaciones con otra chica?
Si, es común y frecuente.

¿Te resulta fácil hacer ese papel?
Sí.

¿Te gusta hacerlo con chicas?
Lo hago porque si una mujer viene y me lo pide lo hago pero no siento placer. No siento hago, pienso en la plata.

¿Te has enamorado alguna vez de una chica?
No, nunca. Se me han mandado y cuando lo han hecho las he vivido. Ella enamorada de mi pero yo no.

¿Es común que se establezcan relaciones entre chicas en el trabajo?
Sí, 4 de 10.

¿A quien te pareces?
A nadie. Ni a mi mamá, ni a mi papá, a ninguno de los 2.  Es única.

¿Qué es lo más valiente que has hecho?
Criar a mis hijos sola.

¿Y Bella?
Que ninguna mujer de ahí se atreve a ponerme el macho (hacer la bronca, pelea). No me dicen nada porque saben como soy. Me han buscado, nos hemos peleado, nos han separado y les he pegado porque soy más hábil, no más fuerte. Me habré peleado como 3 ó 4 veces.

¿Qué es lo peor que le has hecho a una de ellas?
No araño, meto puñete. No ha habido cortes.

 ALVARO GARCIA CORDOVA





lunes, 9 de enero de 2012

ENTREVISTA A TRABAJADORA SEXUAL (PARTE II)

Segunda parte de la entrevista a una trabajadora sexual de prostíbulo del Callao, donde nos cuenta la relación que establece con sus compañeras de oficio, su rutina de trabajo, la percepción que tienen de sus clientes y hechos traumáticos del pasado.  

Me contabas que en el trabajo no hay amigas pese a que todas tienen en común una serie de carencias y de violencia, ¿por qué las relaciones entre ellas son malas?
Porque es que trabajas más, tienes más gente. Te preguntan que cosas haces para tener más clientes, que te creerás, eres una cochina, eres lo otro. Si te quieren hablar es para saber que cosas haces, por qué trabajas. Si dejas de trabajar están contentas por la facilidad del trabajo. No hay amigas. He tenido en tres oportunidades amigas y a veces pienso que lo hace por conveniencia.

¿En qué aspecto conveniencia?
Porque se te acercan para sacarte plata para algo, para que le invites esto, le prestes esto, para algo. O te quiere poner a su sobrino o algo y tu te gastes tu plata, pero no para nada bueno.  Yo al principio les creía, he tenido tres amigas y me he dado cuenta que non mis amigas porque les he dado todo y no son mis amigas.

¿Cómo te sentiste cuando descubriste que no eran tus amigas?
Mal pero me hizo abrir los ojos. Yo misma me abro los ojos. Yo misma me miro en el espejo y me pongo mis pautas de lo bueno y lo malo.

¿Qué es lo primero que te dices tu cuando te miras al espejo por las mañanas?
Bueno, ahora qué hay que hacer, amaneciste mal, qué te duele, ahora qué problema vendrá. Me levanto, yo no cocino, cocina mi hermana, me pongo hacer mis aeróbicos, me echo, me baño para sacar el sudado, me pongo a ver la televisión. Me levanto y digo. “bueno a trabajar y a ver a las chistosas”. A reírme por fuera para no pelear, aguantar el mal humor. Si te mandan una indirecta callarte, no responder porque si te sacan de quicio la vas a matar. Yo misma me hablo como si estuviera con un espejo. Me hablo en voz alta. En la casa ya me entienden.

¿Cómo te sientes  cuando estás a punto de partir para salir a trabajar?
Cuando entro a trabajar me digo: “te quedas afuera, entra Raquel” y entiende. Me persigno y lo digo. A veces el taxista se sorprende porque digo: “te quedas” y el se ríe.  En mi casa paro con vestidos anchos, como me ves, no me pinto, me baño antes.

¿Te tensionas antes de ir al trabajo?
No, me deprime, digo y ahora cómo me irá: bueno o malo, lo que venga, que todo sea para bien, la plata me calma. Yo no mantengo a nadie, no tengo vicios.

Tú trabajas…
De lunes a domingo porque ese día van mis amigos, pero no es estricto, también me relajo, cuando no quiero ir, no voy. A veces salgo con mi familia a un sitio campestre y no trabajo; esto sucede una vez al mes; a veces me quedo tomando dos, cuatro cervezas con mi hermana porque me convence de que no vaya. No tengo un día fijo descanso.

Me decías que tu autoestima subió a raíz de que leíste un libro que trataba sobre el tema, ¿cómo llegaste a la conclusión de que la prostitución es un trabajo como cualquier otro?
Ese libro lo adoró. Yo lo hago por plata. El que lo sabe hacer y me lo hace rico, ya pues. Salgo “yapiada”, salgo con mi yapa. Este trabajo no te puede gustar jamás en la vida, si te lo hacen bien bueno, te puede gustar. Eso está en base a eventualidades, cosas inesperadas.

¿Esas eventualidades  son muy comunes?
No, son raras, una vez al mes, cada dos meses.

¿Eso guarda relación con el hecho de tener o no tener pareja?
No, igualito. Cuando he tenido pareja también he sido tramposa y a él todavía se lo contaba. No me generaba conflicto, era conveniencia. Un hombre que te quiere verdaderamente no va a permitir que estés con otros, que te toquen. Sería raro que haya hombres que los hombres acepten a su pareja que trabaje en esto. Sería por conveniencia contigo, no por amor o porque le gustas como haces el sexo. Porque uno siente celos que otra persona te toque.
Por lo que entiendo tienes más necesidad de una persona que te haga compañía que una que te ame…
Sí, porque eso depende de las metas que uno se haga.

¿Te imaginas con una pareja que te quiera y alejada del trabajo?
No me gustaría porque estaría gorda, panzona, cuadrada de tanto comer y estar echada.

¿Cuál es tu recuerdo más antiguo?
Recuerdo que me quisieron separar de mi mamá a los 8 años. Fue la familia de mi papá. No recuerdo más por una enfermedad que tuve. El quería presionar a mi mamá para que vuelva con él, porque se habían separado. 

¿Y tú querías separarte de tu mamá?
No, no quería vivir con mi papá porque tenía una vida muy apresurada, no estable. Era delincuente.

¿Cómo recuerdas a tu papá?
El ha fallecido hace 4 años y lo recuerdo como un delincuente.

¿Hasta que años estudiaste?
Hasta primero de secundaria en el Colegio “María Auxiliadora”.

¿Por qué razón hasta primero de secundaria…
Porque las monjas me colmaron la paciencia. Dejé de estudiar por decisión propia.

¿Y cómo eras en el colegio?
Era una chica tranquila que participaba en los eventos del colegio, era la delegada del salón, las monjas me llegaron a tener estimación, pero cuando me puse terrible, me expulsaron.

¿Qué cosas terribles hacías?
Me peleaba con las chicas, me trompeaba porque soy alterada, de niña he sido así siempre.

Tu mamá no era así…
No, era pasiva. Mi papá era el agresivo. No sé a quien me parezco porque a ninguno de los dos los trato bien. Aunque en cuestión de agresividad me parezco mucho a mi papá.

¿Quería volver al tema de tu primo, de qué manera crees que te ha perjudicado el hecho de la violación?
Que el papá de mi hijo pensaba que ya había tenido relaciones sexuales con otros hombres, en eso más que todo, me afectó en mi estabilidad como adolescente, me afectó en muchas cosas.  No salía a la calle, tenía miedo; cuando conocía a un persona pensaba que quería sexo.

¿Volviste a ver a tu primo?
No, porque no quería verlo, yo vivía en la casa de mi tía pero me quitaron de ahí por los problemas que le hacían a mi mamá.

¿Cómo te sentiste después que tu primo abusó de ti?
Me sentí mal, cochina, no sabía si hablar o no hablar, a lo mejor me iban a echar la culpa a mi. A lo mejor no me creían o me iban a decir que para qué lo provoco.

¿Cómo ocurrió ello, estaban solos?
No, lo que pasa es que la casa es bastante grande. Mi familia es de economía buena. La casa de mi tía mide como 300 metros cuadrados. Un día yo estaba en la biblioteca estudiando, mi tía estaba en la cocina; él ingresó y me dijo: “prima siéntate acá – en sus piernas – yo te voy a enseñar tu tarea, me levantó la falda y me…”. Todo fue rápido, no tuve posibilidad de defenderme y gritar.

¿Por qué razón lo cuentas a tu familia solamente cuando él muere?
Porque la familia iba a decir que yo tenía la culpa, porque después había tenido un compromiso a los 15 años.

¿Qué ganabas contándolo a la familia después que él muriera?
Lo que pasa es que a él ya lo conocían como era. Además a esa edad yo me podía defender, de niña no lo podía hacer.

Antes, a los 13 años ¿qué pensabas del sexo, de la sexualidad?
Para que, mi mamá siempre nos hablaba del sexo. Yo tenía la imagen de “Romeo y Julieta”.

¿Qué sueños tienes?
Quisiera tener buena economía, ser una mujer casada. Una economía para poner un gimnasio, tener mis propios gustos, tener mi propio carro.

¿Si tuvieras la posibilidad de pedir tres deseos, cuáles pedirías?
Que mi hija sea profesional y que no pase lo que yo.

Falta uno, ¿pedirías algo para ti?
No pediría ningún deseo para mí. Entonces sólo quedaría en dos deseos.

¿Qué significa la muerte para ti?
He estado al borde de la muerte. Es algo bonito, te vas a un mundo bonito. Vi un jardín hermoso, una paz linda. Y no me quedé porque me dijeron que no era mi hora que tenía que pagar otras cosas y regresé.

Curioso el hecho de pagar cuando por todo que me cuentas – más cosas feas que bonitas - quizás debieras cobrarle a la vida…
Sí, he pasado más cosas feas que bonitas. No sé si cobrar o pagar. Pero todo fue tan rápido, tan bonita y como estuve en estado de coma no recuerdo mucho. La cosa es que no me aceptaron, no me dejaron pasar más allá. Eso ocurrió en el 94.

Veo que el aspecto material está muy presente en ti…
Sí, porque ahora es muy importante lo material en la vida más que lo afectivo. A veces lo afectivo estorba y hay que ser fría.

Me contabas la otra vez que conversamos que tu familia te marginó cuando tú te embarazas…
Porque era chiquilla, me botaron de la casa, mi tía me dijo: “te haces una extracción o te vas de la casa”. Yo decidí irme de la casa a la casa del papá de mi hijo. Mi mamá estaba en Colombia.

¿A raíz de ello tú empiezas a trabajar?
Sí, me fui a la selva a trabajar porque no tenía nada de dinero para mantener a mi hijo. Y metí en este trabajo porque como tenía desenvolvimiento de palabra me dieron trabajo en una tienda comercial, pero el jefe me pidió sexo. Después me fui a administrar la tienda de un señor y también me pidió sexo. En la tercera me voy a trabajar a la casa de un familiar de mi papá y también me piden sexo. Conocí a una amiga y le conté lo que me pasaba. Me dijo que trabajara y explotara mi cuerpo y que cuando mi familia me vea bien se van hacer los idiotas. Así que empecé a trabajar. Yo tenía 16 años. Trabajaba un año y descansaba otro, como era joven ganaba bien.

¿De la selva a dónde vas?
Me voy al “Troca”, llego de 18 años. He trabajado 6 años sin parar. Salvo por mi enfermedad.

¿Cómo llegas al “Troca”?
Mi misma amiga que me llevó a la selva.

Cuánto tiempo te demoraste en decidir en trabajar en el ambiente?
Poco tiempo, un día; estaba decidida.

¿Te dio miedo?
No, porque la preocupación de mantener a mi hijo era mayor.

¿Cómo fue la primera vez?
La primera vez fue traumante. Entró el primer cliente y comencé a llorar, le dije que era mi primera vez y me dio plata y salió. En el segundo cliente también me hizo lo mismo. Me dio plata y no me hizo nada. Recién el quinto me lo hizo. El no se compadeció; tampoco me salían las lágrimas. Lo hice, lo hice y cuando veo al final del día mi cartera estaba llena de plata. Al día siguiente fue menos y así pude mandar plata para mi hijo.

¿Después de un día de trabajo cómo te sentías?
Terminaba con mucho cansancio, quedaba matada y dormía todo el día hasta las 6 de la tarde.

¿No tenías tiempo libre para pensar?
Me sentía sola y prefería no pensar.

¿Por qué crees que las chicas se dedican a este trabajo?
No te podría hablar por otras, pero si te puedo decir que hemos tenido problemas con algún hombre o con algo de que en este trabajo nos sentimos bien, nos sentimos mujeres deseadas, agradable, nos levanta un poco nuestro ego. Hay hombres que nos dicen cosas bonitas, otros que nos dicen cosas feas. Hay de todo.

Me contaba otra chica que entrevisté que los clientes brindan compañía y comprensión, ¿compartes esa opinión?
Sí, hay clientes muy lindos que te quieren mucho. Yo al menos tengo mis amigos que me quieren bastante, se quedan conmigo una hora, hora y media, pagan la hora y media. Me dan bastante cariño y comprensión, me dan bastante fuerza de voluntad.

¿No te resulta torturador el hecho de que llegue un cliente, te de comprensión y cariño sabiendo que a la hora se va a ir y no sabes con seguridad si el cliente que sigue te va a tratar bien o mal?
Ganar tiene también sus desventajas, todo no va a ser felicidad. Aunque no tengo cosas bonitas que me hayan pasado. Porque tengo suerte en el trabajo no puedo tener suerte en otras cosas.

¿Cómo son tus clientes?
Tengo diferentes clases de amigos: homosexuales, bien varones, amigos jóvenes, toda clase de amigo porque doy toda clase de servicio: de dominación hasta papel de virgen; vendo toda clase servicios.

¿No te resulta un poco difícil asimilar todo eso?
No, porque entrando a mi trabajo asumo como 4 personas, 4 personalidades. Lo bueno que no se entremezclan en el trabajo y no salen del trabajo tampoco.

ALVARO GARCIA CORDOVA